viernes, 9 de mayo de 2008

Diario de Turandot, 6

Día 6 (08/05/08): Llegamos a camerinos con los zapatos y la parte de abajo de los pantalones completamente empapados. Ha estado lloviendo todo el día, y estamos convencidos de que cuando salgamos por la noche seguirá. Nos tratamos de secar un poco y subimos al escenario. Hoy se ensaya el tercer acto. Nos envían a platea. Me dejo caer sobre uno de los asientos, busco una posición cómoda y cierro los ojos. Es hora de la siesta. Me gustaría oír el principio del acto que es una pasada, y que sigue con el famoso Nessun dorma, pero sé que van a parar muchas veces para corregir cosas y que seguramente el solista no cantará el aria a viva voz, así que, sin ningún tipo de remordimiento me quedó dormido.

Me despiertan para la pausa. Son las 5,30 y como llueve lo de bajar a la piscina está descartado. Subimos a la cafetería de la planta 9 con nuestro dominó y montamos una partidita en condiciones. Nos salen buenas fichas y acabamos ganando de largo. Si es cierto eso que dicen de 'afortunado en el juego, desafortunado en amores' yo lo llevo realmente mal...

De vuelta a nuestros asientos de platea a las 6, Miquel me pide que le guarde un libro pues lo han llamado al escenario y no sabe donde dejarlo. Se trata de un volumen con las obras Vida de Galileo y Madre Coraje y sus hijos de Bertolt Brecht. Empiezo a ojearlo y cuando me doy cuenta estoy leyéndomelo. El coro se va a su hora y nos dan 15 minutos más de pausa, que nos sirve para ir a camerinos a beber un poco de agua y pasar por el aseo, y darnos una vuelta por la planta 9 a ver si sigue lloviendo. En nada, otra vez corriendo a platea.


Sigo leyendo. Aún no hemos hecho absolutamente nada y son las 7,30 de la tarde. Tampoco saco provecho de las explicaciones del director a los que están sobre el escenario, porque apenas oigo nada y se encuentra de espaldas a nosotros. Sigo leyendo.

Dos horas y setenta páginas después, nos informan de que podemos marcharnos. Cuando suben los de producción a preguntar a que figurantes necesitan para venir mañana alguien oye que comentan 'Si les estamos pagando igual, que vengan todos, aunque no les necesitemos'. A estas alturas ya ni nos sorprende ni nos escandaliza. Todavía nos vamos contentos porque nos han dejado salir cuarenta y cinco minutos antes de la hora. Le pido a Miquel que se traiga el libro mañana y así me lo acabo...

Día 7 (09/05/08): Aunque hoy no llueve esta nublado, y tiene pinta de que el día va a ser igual que ayer. Se va a repetir el tercer acto desde el principio y eso significa que de nuevo nos toca bajar a platea. Le pido a Miquel el libro y me enfrasco de nuevo en la lectura, pero esta vez si que presto atención al inicio del acto. Como suponía ya lo pasan todo del tirón, y sorpresa, el solista esta cantando a voz. Se me pone la piel de gallina al escuchar las voces desde fuera del escenario avisando que nadie duerma mientras no se averigüe el nombre del extranjero por orden expresa de Turandot. Cuando veo que llegan al punto en el que lo dejaron ayer, intuyendo nuevos parones, retomo la lectura.


Así el tiempo pasa volando. Llega el momento del descanso y nuevamente subimos a la cafetería a jugar al dominó. Hay bastante gente interesada en jugar, con lo que seguramente habrá que traer otro dominó. Esta vez ganamos pero de una manera más ajustada. Media hora y de nuevo a platea. Se repite la tónica de ayer.

Tras un buen rato leyendo nos llaman al escenario. Menos mal, porque solo quedábamos nosotros y los dos generales, que solo aparecen en el primer acto durante unos 10 segundos aproximadamente. Nos proveen de nuestras respectivas lanzas y nos sitúan a los pies de la plataforma, cada uno a un lado, con la misma pose que llevamos adoptando desde que iniciara esta producción, es decir la de guerreros de terracota. Y así debemos seguir los dos minutos que quedan de ópera. Respiramos hondo y nos metemos en el papel. No es difícil. Repasamos todo varias veces y el coro recibe permiso para irse. Para nosotros veinte minutos de pausa.

Subimos a la planta 9 y buscamos rápidamente la terraza. Empiezan los problemas con el coro, y cada uno quiere explicar sus experiencias. Lo último es que nos piden cuando estamos en posición fija por orden de los ayudantes de dirección que nos movamos a un lado o nos apartemos, o demos un paso para atrás, para que se les vea mejor, para tener más espacio o para poder ver al director. Como hemos pasado por esto otras veces les decimos siempre lo mismo, que no es cosa nuestra y que si tienen algún problema, en vez de empujarnos o tratar de desplazarnos que lo hablen con los ayudantes de dirección, que indefectiblemente siempre les responden lo mismo, que estamos donde tenemos que estar, y que todo el teatro esta lleno de monitores donde se ve perfectamente al director y se pueden ver desde cualquier sitio, sino uno otro. Los nuevos están alucinando de que de cosas tan sencillas puedan hacer tanto escándalo.

Bajamos de nuevo, a las 7,35 y nos hacen sentarnos en platea. Se va a ensayar la primera escena del segundo acto, en la que se supone que nosotros no salimos. Aprovecho y leo un rato. Me quedan solo 4 páginas para terminarme Vida de Galileo. El stage manager y el equipo artístico están mirándonos. Nombran a tres personas, que participarán en esta escena, y a los demás nos dejan irnos a casa. No lo puedo creer. No son ni las 8 de la tarde y ya estamos pisando la calle. Además, nos han despedido con una buena noticia. Mañana no hay ensayo. Tan solo prueba de vestuario, y eso significa media horita de faena como mucho...

2 comentarios:

Aguacate y Mandarina dijo...

¡Ánimo con la faena!

Anónimo dijo...

Nos tienes en ascuas!!!...esperando mas capitulos de tu diario... encima escondes un dia dentro de otro ...jajajaja.

Ánimo.

Besitosss

Una gran sonrisa

Hacia mucho que no me dejaba caer por aquí. Nunca me he olvidado de este rincón de mi alma, pero en algunas épocas de mi vida esta menos pre...