miércoles, 13 de diciembre de 2006

Audite quid dixerit (III)

III

Deposita la moneda en la hornacina y se abre paso por la oscura caverna, alumbrada cada pocos pasos por tenues lamparitas de aceite incrustadas en la roca. Un frío completamente impensable para la época en la que se encuentran empieza a entumecer sus extremidades. Sin perder un minuto sigue por la angosta senda esculpida en la roca, y al punto llega a la primera bifurcación.

Por uno de los dos caminos se oye una preciosa voz cantando una dulce y triste melodía. El rey al principio duda, pues ¿cómo puede una voz tan bella querer que nadie se pierda en el dédalo de pasajes? Pero pasados unos instantes se decide y siguiendo los consejos del ciego elige la otra senda. Cada cierto tiempo encuentra una nueva bifurcación en las grutas lóbregas y oscuras y opta siempre por el camino por el que no se oyen las voces, que cada vez son más tristes y apremiantes, como si estuviera a punto de cometer un grave error.
 
Finalmente llega a una amplia estancia, excavada en la roca y con un magnífico techo abovedado. En el centro se aprecia una piedra a modo de altar, sobre la que reposa un libro abierto por la mitad. Todas sus páginas se hallan en blanco. Al fondo, una cortina cubre una entrada en la roca. El rey camina muy despacio hacia el altar. La cortina se abre de pronto.
Al descorrerse el velo, una ráfaga de viento extiende por el empedrado suelo las hojas sueltas del libro que reposaba sobre el altar. En la estancia hay una chica, apenas una niña, de rubios cabellos y mirada prístina. Bajo su fina túnica transparente se aprecia su figura esbelta, de pechos aun no formados y sin asomo aún de vello púbico. Mira fijamente al rey, que apenas osa ni siquiera parpadear.
- Soy la sibila de Eritrea, ¿a mí me buscabas?

Su voz, pura y diáfana, lleva la carga de miles de años de historia y resuena en la estancia sacudiendo las entrañas de la Tierra. Los grandes ojos fijos en el rey, parecen haber visto pasar el mundo durante demasiado tiempo. Empieza a dudar que lo que significa realmente la palabra tiempo.

Con paso decidido comienza a andar por la sala abovedada y se detiene justo delante de una de las muchas hojas, y sin mirarla, la recoge y la muestra, leyendo de lo que antes fueron inmaculadas páginas, la siguiente inscripción, perfectamente visible sobre la hoja: Mors est quies viatoris, finis est omnis laboris.
- La muerte es el descanso del viajero, el fin de todos los trabajos.

- ¿Qué significa eso, mujer?
- Que vas a morir, mi buen rey.
- ¿Como osas amenazarme? Yo soy tu dueño. El castillo es ahora mio, y con él la cueva, y con la cueva tu vida, y con tu vida, tu don. ¡Ahora yo seré quien dicte el futuro!.- ríe enloquecido el monarca. La sibila lo contempla sin denotar ningún cambio visible en su rostro, y su mirada parece hundirse en la negra alma del hombre, que sigue riendo.
- No lo comprendes, ¿verdad? Nadie puede cambiar el destino a voluntad. Todo es hilado y trenzado por las Parcas desde el principio de los tiempos. ¿Como pretendes, tú, pobre mortal, conocer y desentramar los misteriosos hilos que marcan los destinos de los hombres?.- el rey ha quedado mudo. El semblante lívido y la boca entreabierta.
- Pero tú si puedes, ¡debes poder! Haz lo que te digo y te llenaré de oro. Pondré a tus pies tantas riquezas que su fulgor te impedirá ver las estrellas en las noches claras. Todo cuanto desees será tuyo. Te haré mi reina.
- El oro no detiene la hoz que se acerca a tu hilo. Vas a morir.

Un temblor sacude el cuerpo del rey. La desesperación baila en sus ojos la macabra danza de la locura. Mira a todas partes y al final, se gira para encarar a la sibila.
- Troca mi destino, quita tu maldición de mi. Si no lo haces te mataré.
- No puedo cambiar lo que ya esta escrito. Y conozco tanto tu destino como el mio.
- Así sea pues.- dice acercándose lentamente a la sibila mientras saca de su vaina el sediento metal.
- Auferat hora duos eadem. Que la misma hora nos lleve a los dos.- susurra la doncella besando al rey en los labios mientras la fría espada se hunde en su menudo cuerpo.

Epílogo

En cuanto volvió a su tienda se hizo rodear de todos sus médicos y curanderos y apostó una fuerte guardia en el exterior que lo preservara de cualquier ataque a traición. Se ajusto la coraza y asió con mano firme su espada. Los capellanes que acompañaban a su ejercito velando por la salvación de las almas inmortales de los soldados, rezaron toda la noche rogándole a Dios que no se cumpliera la fatal predicción. Todo fue en vano. A la mañana siguiente, el cuerpo exangüe del rey yacía sobre su lecho con dos monedas tapando sus ojos, y un blanco sudario cubriendo su frío cuerpo, preparado para su última gran batalla.

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Las sibilas son personajes de la mitología clásica dotadas del don de la adivinación. Estaban al servicio de oráculos como el de Delfos, en los que Apolo les manifestaba de manera enigmática una porción del curso de los acontecimientos futuros. La fuerza y popularidad de la sibila entre el supersticioso pueblo llano hace que poco a poco vaya abriendose hueco en la iconografía cristiana, teniendo su punto álgido con la aparición del milenarismo en la vieja Europa de alrededor del año 1.000. Anunciando el advenimiento del fin del mundo y la llegada del Juicio Final, la sibila se nos muestra oscura, incomprensible y aterradora, acorde con la concepción del 'Deus Terribilis' imperante en la época. Hoy en día, aún se puede escuchar el canto de la sibila en algunos templos, anunciando el Iudicii signum, durante el Oficio de Maitines del día de la Natividad, en lo que se llama comúnmente la 'Misa del Gallo'.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Açó es un test , una prova , un a vore que pasa , ni he llegit el post , pero tenia que escriura qualsevol cosa. Mario , fes-te el dur , aixó potser funciona , no mostres molt d'interes , aixó segur funciona , i sobretot , toca un rato el saxo , desenfadat , ausent , fes sexe amb el saxo i pasa de tot , aixó ha de ser demoledor ...

omrot dijo...

Trenca, desgarra, reventa, fot. Viu al dia, al minut, al segon, i no mires enrrere, o l'hipocresia se'ns menja. No plores, no crides, no penses que aço es un malson. Aço es la vida.

Anónimo dijo...

Jo sí que he llegit el post i nomes puc dir una cosa: vaja telaaaaa!!!!!.

Xiquet, no deixes mai d'escriure, perquè tot el que portes per dins ha d'explotaaaaaaaarrrrrr!!!!!!

La vida és aixó i una mica infecció vírica, intoxicació, etc.... jejejeje.... i molta... molta felicitat.

Besets màgics i copinyades, jajajajajajajajaja.

Anónimo dijo...

eeeeeeeeeh, que anónimo ni hablarrrr!!!!. Omrot, es que no me deja añadir comentarios... tus fuentes tenían razón, jejejejeje.

Nota recordatoria: asesinar a las fuentes de omrot y buscar la llave de la cancela, jajajaja.

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