viernes, 24 de noviembre de 2006

De rosas y espinas

Senza fine
Tu trascini la nostra vita
Senza un attimo
di respiro
Per sognare
Per potere ricordare
Ciò
che abbiamo già vissuto
Senza fine, tu sei un attimo senza
fine
Non hai ieri
Non hai domani
Tutto è ormai
nelle tue mani
Mani grandi
Mani senza fine
Non
m'importa della luna
Non m'importa delle
stelle
Tu per me sei luna e stelle
Tu per me sei sole
e cielo
Tu per me sei tutto quanto
Tutto quanto io
voglio avere
Senza fine...

Gino Paoli, Senza fine


Me va todo muy bien, gracias, ¿y a ti? Me alegro mucho. Ya sabes que me gusta que estés bien. Sí, todavia me acuerdo de ti. Mucho, muchísimo, no a todas horas, pero siempre te tengo muy presente. Claro, ambos sabemos que es lo mejor, pero eso no significa que no duela. A veces pienso que soy fuerte, y que puedo resistir, y que el mar no se lleva los faros, pero volvemos a hablar, y todo surge de pronto, y me coge de improviso, y un puño me oprime el corazón, y se me hace un agujero infinito en el pecho. Recuerdo esos versos de Neruda que tu ya no me dejas pronunciar, las últimas estrofas de su número veinte, y me tiemblan las manos. Sí, comprendo que es lo mejor, lo más razonable, y lo único que podemos hacer, pero duele. Sonrio y me alegro de que te vaya bien, mientras por dentro me rompo poco a poco, Rigoletto moderno de andar por casa. Y me digo que es bueno, que así aprenderé a superarlo, a olvidar. El problema es que temo olvidar demasiado, quizas todo. Machado me dijo un día:

"En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día;
ya no siento el corazón."

5 comentarios:

Esther Ita dijo...

El mar no se lleva los faros, tan sólo los acaricia suavemente con cada una de las olas, tratando de aliviar las penas retenidas en lo más profundo, en el interior de la luz que tanto les hace brillar.

Y el recuerdo siempre permanece disuelto en la espuma, esa espuma que sólo aparece al final de cada latido, pero que siempre estará ahí, deshaciéndose y apareciendo de la nada; sólo que cada vez la espuma se va alejando hacia la orilla.

Y cuando esto ocurre, el olvido se abre paso detrás de cada una de las olas, porque vienen olas más fuertes y más altas, cargadas de sueños y de futuro.

Sin embargo, nunca se olvida del todo. Pero, ¿qué tiene de malo acercarse a la orilla, de vez en cuando y juguetear cogiendo la espuma y deslizándola entre tus dedos?.

Y como me dijo una vez un amigo, no es malo disfrutar de la melancolía de vez en cuando. Pero aquí te mando, desde mi pequeñito rincón internauta, esta chispa de felicidad.

Besets y a recordar:

Sed felices hoy. ¿Y mañana?. Tamiéééén.

omrot dijo...

Muchas gracias por esa chispa. Creo que es la que necesito para arrancar hoy. De todas maneras, creo que ahora necesito no acercarme a la orilla por un tiempo porque la espuma me escuece como la de cierta playa cerca de Pisa que tiene una enorme cantidad de sosa.

No te imginas cuanto echo de menos nuestras charlas nocturnas ;).

Esther Ita dijo...

Es que Mario (no tú, claro, jajajaja) necesitaba el portátil por unos días, pero creo que hoy me lo devuelve; así que, la iaia satánica volverá a estar en línea en breve... jejeje.

B7s y cupitajets.

Anónimo dijo...

il tempo soltanto ci ricorda come ci mancano le cose che ci piaciono. Dopo perche è meglio questa mancanza, e alla fine ci resta scolgliere i migloiri momenti.
Una volta abbiamo parlato di come le belle cose forse non devono essere felici, .. il tuo pensiero e bello Mario, non dimenticare questo.

omrot dijo...

grazie, non lo dimenticherò

Una gran sonrisa

Hacia mucho que no me dejaba caer por aquí. Nunca me he olvidado de este rincón de mi alma, pero en algunas épocas de mi vida esta menos pre...