domingo, 21 de enero de 2007

La sombra de Pessoa

Una calurosa noche de verano soñé que, al igual que Pessoa, yo tenía un heterónimo. Alguien completamente distinto de mí, con otras ambiciones y anhelos, con una personalidad distinta, con un espíritu y determinación que yo nunca había tenido, y que sin que yo lo supiera, un día comenzó un blog...

En él escribía lo que le pasaba por la cabeza, su estado de ánimo, los poemas que le gustaban,... Y era un blog triste, melancólico, y en el que la imagen obsesiva pero fresca del mar inundaba todo. Me dedicó una de sus últimas entradas, con un poema de Benedetti y una cálida dedicatoria, y me animó a comenzar mi propio blog, ese emocionante paso que nunca me había atrevido a dar. Nunca volvió a escribir nada. Su bitácora vivió por casi 20 días antes de que ese amigo tan distinto de mí desapareciera sin dejar rastro. Y después de tanto tiempo empiezo a comprender que fue de él.

No se marchó. Tan solo, un día miró al espejo y se dió cuenta de que nunca fué alguien distinto de mí, como pudieron haberlo sido Reis, Caeiro o de los Campos, de Pessoa. Que todas las propiedades que yo le otorgaba, toda su determinación, su iniciativa, y que yo siempre había considerado como mis propias carencias, siempre habían estado dentro de mí. Que su tristeza, oculta durante el día, pero dolorosamente presente al caer la noche, también era la mía, y su melancolía, la forma de mi alma. Así, cuando sintió que ya no era necesario, pues no era sino yo mismo, aprovecho para desaparecer dentro de mí al llegar el amanecer.

En parte, siento que le debo algo, y esta noche, para que vea que no le olvido, quiero dedicarle un pequeño texto. Algo que escribió, o quizás escribí, en el mes de Julio. Se llama Cipreses.

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Condujo con mucha tranquilidad. No tenía ninguna prisa y quería disfrutar con el anciano de esos últimos momentos. Sabía que el viejo no estaría de acuerdo, pero no podía hacer otra cosa. Lo habían hablado su mujer y él y no veían otra solución. Estaba ya muy mayor, y les resultaba muy difícil aguantar sus excentricidades y su actitud hostil y tajante. Sus nervios estaban ahora a flor de piel y estaba siempre crispado. No podía seguir así.

- Padre, estamos ya casi llegando. Verá como le gusta mucho. Se llama Residencial Los Cipreses, y es un sitio precioso.

El viejo, sentado en el asiento de atrás, miraba con cara de no entender. Parecía que aún no se había despertado del todo, o a lo mejor era efecto de la medicación. Sopesaba cada una de las palabras y miraba asustado por la ventanilla, buscando la imagen cotidiana a la que estaba tan acostumbrado. Solo veía campos. Carretera sin fin y campos amarillentos y agostados por el calor.

- Hijo, ¿donde me llevas?

- Se lo he dicho antes- respondió con paciencia el hombre.- Se llama Los Cipreses y le va a encantar. Allí podrá hablar con gente de su edad, gente que comparte sus problemas y sus preocupaciones.

- Pero yo tengo muchas cosas que hacer- se quejó el anciano.

- Usted es ya mayor. Ahora debe ya descansar y dejar a otros que trabajen. Se ha merecido ya un buen descanso. Aprovéchelo.

El anciano calló. Muchos pensamientos recorrían su cerebro cansado, y al final con un suspiro se resignó y bajó la otrora altiva cabeza.
No hubo ningún problema para ingresarlo en la Residencial Los Cipreses. No se quejó, no protestó ni una pizca cuando lo sacaron del coche blanco para conducirlo a su habitación. Le dijeron que si estaba cómodo con el camisón se lo podía dejar puesto pero que debía guardar en su habitación la bufanda y la gorra. Ahora juega por las tardes a las cartas con otros ancianos y hay una señora mayor que le guiña el ojo y siempre que puede le da pellizcos en el culo.

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No consiguen explicarse que ocurrió. El dispositivo de seguridad estaba funcionando a la perfección, cuando de pronto el papamóvil desapareció al salir de un túnel. Aún hoy se indaga sobre el paradero del pontífice.


8 comentarios:

El marco de la puerta dijo...

Yo llegué a conocer aquel puerto, leí "los cipreses" en un tiempo en que el relato tomaba una importancia inmensa sin saber que el avatar de la luna escondía tu cara detrás. Ya te dije anoche que te has ganado un café por el dulce engaño. Sos un pelotudo :P.

Esther Ita dijo...

Todos/as tenemos un heterónimo en algún rinconcito de nuestro corazón; eso es bueno y además importante. Lo diferentes que podemos llegar a ser cada uno/a de nosotros/as, tanto como el día y la noche, como la vida y la muerte, pero en el fondo, muy en el fondo... siendo siempre nosotros/as mismos/as.

No te imaginas cuántos paralelismos he encontrado entre tu post y algunos resquicios de mi vida.... ni lo imaginas, jejeje.

Alberguistaaaaaaaaa, a ver si esta noche tenemos una de esas laaaaargas charlas nocturnas y desde luego, con abrazo cibernético incluído, que nos vendrá bien a los dos, jajajaja. ;-)

Miles de besitos y sonrisas eternas, que hoy me siento moñona pero tengo muchas ganas de repartirlas, caramba, jijijiji.

Anónimo dijo...

"Algunos pasan por la vida como un túnel, y no se explican el esplendor, la seguridad y el calor del sol"

omrot dijo...

Jejejeje, te acepto encantado el café, Vir, y piensa que en el fondo, muy en el fondo, los engañados eramos los dos ;).

Braida, me alegra mucho que te haya gustado el post. Mi heterónimo desde dentro pedía salir un minuto, volver a la vida aunque fuera por un instante. Ya me contarás mejor sobre esos paralelismos, porque seguro que todavia descubriras que son muchos más. En fin, a ver si charramos esta noche, que hace tiempo que no tenemos una de esas largas conversaciones, y hoy más que nunca necesito un buen abrazo, aunque sea cibernetico. :)

Hola, amigo anónimo, bienvenido y gracias por tu frase. No veo muy bien la relación con el post (a estas horas ando un poco espeso), pero bueno, reconozco que la frase tiene bastante razón tal como está formulada, aunque la fuente original de la cita no me inspire mucho respeto :P.

Esther Ita dijo...

Esta es la semana del señor paralelismo: por aquí, por allí.... en fin.... a lo mejor seré yo, que lo extraigo todo como no es, jejeje.

Por cierto, señorito Supermoñón, jajajaja, encantada de haber disfrutado de una agradable velada de cine y de lo agusto que allí se estaba (un nuevo rinconcito para pasar los miércoles, ¿sí?). Aunque saliéramos todos/as con más necesidad de abrazos cibernéticos todavíííííaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, jajajaja.

Molts besets y encantada también de poder entrar en algunos mundos paralelos... hay tantos mundos por descubrir y tan poco tiempo, ¿cierto?......

Anónimo dijo...

Ya vuelvo un momento a la realidad... para meterme en estos mundos paralelos llenos de heterónimos!!

Estoy yo muy denso para ponerme a reflexionar ahora mismo. Cuando intento largo contacto con la realidad la cueva me vuelve a reclamar.
Qué malos son los exámenes!!!
Debe ser mi heterónimo el que escribe ahora mismo!!Pero bueno, un texto muy bonito (como siempre) Esto me recuerda que tengo que leer algo de Pessoa de vez en cuando.
Pessoa y Mario, Portugal, los fados, Lisboa... todo uno!!

Y también he estado leyendo los comentarios y sí, la verdad es que estoy contigo Mario, nuestro amigo anónimo creo que no ha estado muy acertado con el túnel. La frase está bien, me la voy a quedar yo para mi facultad (por aquello de las carretaras y los caminos...)
Ahí queda un saludo para ese Mario escritor!!!
A ver si nos vemos pronto.

Esther Ita dijo...

Bueno, si como túnel entendemos una etapa de tu vida, un pequeño tramo o incluso un rinconcito de tiempo dentro de cada día, hay muchos túneles dentro de cada uno/a de nosotros/as.

Y de esos túneles, hay muchos que te atrapan y no te permiten salir. Cuando te encuentras a ti mismo/a, creo que sales de un laaaargo túnel y por lo que conozco últimamente a Mario, creo que está saliendo de un túnel por el que iba caminando dejándose llevar y ahora más que nunca, cuando ha salido de él, está disfrutando y viendo brillar la luz del sol como jamás lo había hecho, jejeje.

Y yo tamiéééééééééééééééén. Jajajajajajajajaja.

Besitos miles.

Por cierto, ¿cómo fueron los monólogos?. Ayer explotaba mi cabeza y no pude ir, pero hoy estoy "algo" mejor, a ver si esta noche cine, ¿ok?. Un abrazo cibernético ;-)

omrot dijo...

Tranquila Braida, que los paralelismos son como las meigas, haberlos haylos, aunque a veces cuestan de ver :p. Pero bueno, al menos ahora tenemos un sitio nuevo para ver pelis cuando nos puede la moñonería, y que me da que vamos a visitar bastante. Un abrazo muy fuerte y a seguir descubriendo mundos, guapa. Y que te mejores! :)

Nacho, Nacho, dichosos los ojos que te leen. Yo ya te hacía muerto e incinerado, y dispersas tus cenizas por el cauce seco del Guadalaviar; pero veo que los ingentes rumores sobre tu paradero eran todos infundados. A ver si nos vemos, y mucha suerte con los examenes. Y sal pronto de la cueva, que estas acercandote a la zona de irreversibilidad.

Una gran sonrisa

Hacia mucho que no me dejaba caer por aquí. Nunca me he olvidado de este rincón de mi alma, pero en algunas épocas de mi vida esta menos pre...