miércoles, 27 de febrero de 2008

100.000

Esta mañana ha amanecido con una grata sorpresa. Por fin hemos alcanzado las 100.000 vistas al video de Los otros 300 en youtube. Esta cifra, que esperabamos con muchas ganas, va a ser la excusa perfecta para que montemos una fiestecita próximamente. Aun no tenemos clara la fecha, pero lo anunciaremos con antelación en la web de Doingthegamb.

Y como regalo, mientras ultimamos los cortos de Roleage, os dejo el primer microcorto de la serie Doingthegamb's Quick Guide to Make a Film, hoy con: La idea! Espero que lo disfruteis.


lunes, 25 de febrero de 2008

Regreso a Les Arts

Dormir, desayunar, ensayar, comer, ensayar, cenar, dormir, ... y todo comienza de nuevo.

Y es que vuelvo a trabajar en el Palau de les Arts en otra ópera, ahora toca Las bodas de Fígaro. Y esta vez, al firmar el contrato no les hemos vendido nuestras almas, pero sí alquilado hasta el día 17 de marzo, cuando acabe la última función. La verdad es que es bastante divertido pero nos pasamos el día allí encerrados, y al final vuelves a casa reventado.

Somos apenas doce actores de figuración (seis chicos y seis chicas) y a fuerza de vernos todos los días hemos ganado mucha confianza y lo pasamos muy bien juntos. A esto se une la peculiar atmósfera que envuelve el Palau y que se traduce en un aumento considerable de la libido de todos los que pululamos como fantasmas por los blancos pasillos, las salas de ensayo y el escenario. Las conversaciones de contenido sexual no solo priman entre las demás, sino que podría decirse que son las únicas. Al principio resulta gracioso, pero es demasiado fácil dejarse llevar, y para mi que no soy así (me refiero, me gusta el sexo, pero agobia pasarse el tiempo hablando solo de sexo) ya llega a ser pesado y he optado por llevarme cosas y estudiar en los ratos muertos, a riesgo de parecer de vez en cuando un poco insociable.

Además, ahora los ensayos van muy lentos. Entradas en escena que duran un minuto y luego, hora y media esperando la siguiente entrada. El tiempo se escurre despacio, mientras los técnicos mueven los decorados, los solistas acosan a las figurantes, y otros tratamos de estudiar, leer o dormir entre bastidores una rápida siesta.

Pero nos gusta, y por eso estamos aquí, pese a que el sueldo no es una cosa del otro mundo, y sí, vale, nuestras entradas pueden durar a veces un minuto, pero ese minuto parecen horas una vez estas dentro. Es la magía del teatro.

domingo, 17 de febrero de 2008

Cuentos modernos

Y ocurrió que cuando el Príncipe Azul encontró por fin a Cenicienta, ella hacia ya tres años que se había casado y tenía una preciosa niña y un recién nacido.

No necesitó probarle el zapato, enseguida supo que era ella. Y antes de que nadie pudiera reconocerlo, tiró el zapato en un contenedor y huyó como alma que lleva el diablo sin decir una sola palabra.

Lo último que se supo de él es que abandonó el pais, y dejando a un lado cualquier ínfula aristocrática, trabaja en una zapatería.

sábado, 9 de febrero de 2008

Puccini y yo

Siempre le he tenido muchísimo cariño a Giacomo Puccini. Sus óperas tienen un lirismo que sobrecoge y emociona de una manera que la mayoría de compositores quisiera para sí. Lejos de las grandes exhibiciones y los libretos enrevesados, Puccini se centra en los sentimientos, en las emociones, creando dramas intimistas, con los que el público se siente rápidamente identificado, y en los que la mujer ocupa un lugar privilegiado. No conozco a ningún hombre que sepa tratar el mundo feménino con la delicadeza y gusto con el que lo hace Puccini. Y a todo ello se une un suceso que me unió más todavía a este compositor.


Todo ocurrió durante unos dias que pasé en la Toscana hace ya unos años. Paseando por Florencia habiamos visto grandes carteles anunciando para el último día de mi estancia en Italia una representación de La bohème en il Giardino di Boboli, detrás del Palazzo Pitti. El problema era que yo dormía en Pisa, y tenía que coger esa misma noche desde allí un tren hacia Milán, porque mi vuelo salía de vuelta a casa a las 9 de la mañana. Descartadas todas las combinaciones de trenes o autobuses para ir a Florencia a ver la ópera y volver, optamos por alquilar un coche para un día y así poder ir y volver en el tiempo previsto.


Claro, ya que alquilas un coche por un día habrá que sacarle partido ¿no? Y allá que nos vamos con el coche acabado de recoger a buscar el Parco Pinocchio, que nos han asegurado queda cerca de Pisa. Y como las carreteras de Italia tienen de todo menos carteles indicadores acabamos perdiendonos y optamos por entrar en el primer pueblo a preguntar: un pequeño lugar del Viareggio, llamado Torre del Lago. Nos sorprende encontrarnos cruzando las calles Turandot, Gianni Schicchi, Le Villi, o la misma Via Puccini. Paramos el coche junto al lago para descubrir a menos de diez metros la Villa Puccini, donde compusó óperas como La Bohème, Tosca o Madama Butterfly, y en la que reposan sus restos mortales en una Capilla construida para él.


Maravillados por la feliz coincidencia, y después de visitar la zona, continuamos nuestra expedición (abandonada ya la idea del Parco Pinocchio por falta de tiempo) en busca del famoso Ponte del Diavolo. Y ya de vuelta, al pasar junto a Lucca, hermosa ciudad amurallada, decidimos visitarla con la singularidad de que solo los residentes pueden entrar con el coche dentro de ella. Nosotros, con la excusa de ser españoles y no entender bien el idioma, así como el tortuoso y enmarañado entramado de las calles pudimos burlar varias veces a la policía y plantar el coche en el mismo Duomo sin ningún problema. A menos de 50 metros de allí, vimos completamente sorprendidos que se encontraba la casa natal de Puccini. Sin pretenderlo, de una manera totalmente casual, estabamos persiguiendo a Puccini por toda la Toscana.

Por la noche todo fue según lo previsto. Llegamos puntuales y bien arreglados a la función (con camisa, peinados, un zapato en cada pie y esas cosas), y disfrutamos mucho, pese a que los cantantes eran un poco flojos, y hacía bastante frío. Al acabar, corriendo de nuevo hacia Pisa, a recoger maletas y subirse al tren. Nos sobraron únicamente diez minutos... Un rato después, en el tren, trataba vanamente de dormir mientras por mi cabeza pasaba una y otra vez lo que había sido sin duda, un día dedicado por entero a Puccini.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Ceteribus paribus

O lo que es lo mismo, todo lo demás sigue igual. Porque he cambiado muchas cosas en este tiempo pero el resto, mi manera de ser, de ver el mundo, de funcionar, se mantiene ajeno al paso del tiempo, mes tras mes, año tras año, y en particular una cosa que aun me pesa: mi fatua tendencia al caos.

Sí. Reconozco que me cuesta mucho organizarme para hacer que mis horas tengan exactamente sesenta minutos y no veinte o treinta, que tengo tantas cosas en la cabeza que me es difícil dar el paso de llevarlas todas a cabo, que se me acumulan los proyectos y a duras penas los puedo ir terminando todos. Y estoy convencido de que no es una cuestión que no se pueda remediar, tan solo necesito organizarme un poco, evitar el adiamento de Pessoa y perseverar (palabra fácil de decir, pero difícil de aplicar).

Yo, hoy, en este preciso momento, estoy dispuesto a intentarlo una vez más, como el que trata de dejar de fumar o se decide a seguir una dieta. Y lo hago animado por el ejemplo de alguién, que pese haber ido a clase tan solo una semana o dos más que yo, ha estudiado para presentarse a examenes este febrero. A ver si se me pega algo.

Así que me voy a poner a la faena ya mismo. ¡Un abrazo a todos!

viernes, 1 de febrero de 2008

El ritual de la danza

Baila, con el corazón apuñalado, canta
Y ríe porque la herida es danza y sonrisa...

La bailarina apuñalada, Nazik Al Malaika

Primera vez, quién lo diría, después de tantos años. Y no me he sentido defraudado en absoluto, pese a que todos coinciden en que no ha sido de las mejores veces. Sobre el escenario seis bellezas, el local lleno a rebosar de un público entregado después de unas actuaciones previas un poco desangeladas, una música primitiva, orgiástica, dionisíaca, inundándolo todo, y el hálito suave de Terpsícore insuflando en los cuerpos de las bailarinas el espíritu de la danza. Con esas condiciones solo puede surgir algo hermoso. Y, efectivamente, así ha sido. Mi enhorabuena a todo el grupo, y espero tener la oportunidad de verlas de nuevo.

¿Pero de quien hablo? Tranquilos, me dejo de preámbulos, que se hace tarde y servidor mañana madruga. Damas y caballeros, con todos ustedes, el grupo de danza oriental estilo tribal Medjai



Para más información: http://www.medjai.es/

Una gran sonrisa

Hacia mucho que no me dejaba caer por aquí. Nunca me he olvidado de este rincón de mi alma, pero en algunas épocas de mi vida esta menos pre...