lunes, 16 de junio de 2008

Pepito Grillo


El pequeño Pinocho mira avergonzado al suelo. A su lado, con el ceño fruncido y moviendo enérgicamente las manos, Pepito Grillo, le recrimina indignado su poco sentido común. Y el caso es que Pinocho lo sabe, es consciente de que esta obrando mal. Alza la vista y contempla absorto como Pepito Grillo hilvana una tras otra miles de razones; como su cuerpo se tensa con los gestos que acompañan cada razonamiento; como sus suaves facciones se impregnan de la fría amargura de los que saben que no se puede hacer más; como sus labios pequeños articulan cada palabra; esos labios pequeños y rosados, humedos por la saliva; esos labios...

Sin apenas darse cuenta de lo que hace, se inclina sobre Pepito Grillo, y pasando un brazo por detras de él, y entornando los ojos, besa, muy suavemente, esos preciosos labios.





Dedicado con todo mi cariño a mi conciencia.

1 comentario:

omrot dijo...

Nota mental para mi conciencia: No quiero que pienses que creo que eres gruñona, gruñón lo és Pepito Grillo. Pero ni tu eres Pepito Grillo ni yo soy Pinocho. Tu eres una bendición. Y si yo comparto algo con Pinocho, quizás sean esas últimas cuatro lineas.

Una gran sonrisa

Hacia mucho que no me dejaba caer por aquí. Nunca me he olvidado de este rincón de mi alma, pero en algunas épocas de mi vida esta menos pre...