Él no podía entenderlo. La miraba hablar, agitar de manera vehemente los brazos, caminar de un lado para otro con expresión de ira, señalarle acusadoramente con el dedo. Él bajaba la vista de vez en cuando y sus dedos pasaban veloces las páginas del grueso volumen sin encontrar lo que andaban buscando, mientras ella, la cara roja de furia, descargaba sobre él todo un torrente de improperios.
Al final, confuso y avergonzado, cerró el libro, y pensó para sí:
- Definitivamente, creo que me han timado con este libro sobre como entender a las mujeres.
jueves, 17 de abril de 2008
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6 comentarios:
:(
beso
Jejejeje. Como ya me lo han preguntado varias personas, debo avisar que no es un suceso que me haya ocurrido a mi. En esta historia he sido un mero observador :p.
Me encanta, me encanta, me encanta, me encanta, me encantaaaaa!!!!!!, jajajaja.
Muchos besitos y a ver si nos vemos en la fiesta de este viernes.
Besitos y coloreeeeeeeees!!!!
Oh! Lo veo y no lo creo. La gran Braida me ha visitado... no tengo palabras :)
Desde las sombras vigilo, jijiji. Aunque no ponga comentarios, no creas que dejo de leer los posts, ni de ver los cortos gambiteros, jejeje.
Besitos.
jajaja
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