lunes, 20 de julio de 2009

Amarga ironía

Estás triste, o enfadada, o quizás ambas cosas. Te miro embelesado mientras me cuentas qué ha sucedido: él ha vuelto a comentar en público, respecto a la imagen de una conocida modelo, que esa es la mujer que él quiere, y se pregunta si pide demasiado.

Comprendo tu indignación, es un detalle poco elegante por su parte. Dejo que hables, reduciendo a fino polvo cada una de sus palabras, desmenuzando implacablemente el sentido de la frase hasta que por fin no puedes evitar preguntarme:

- Eso es lo que quiere, pero... ¿lo merece?

Te miro de arriba a abajo. Tus cristalinos ojos, tus manos sutiles y delicadas, tus sensuales labios que yo nunca besaré, y un sentimiento de tristeza se apodera también de mi. Mi mirada se desliza por tu sedoso cuello hasta caer inerte al suelo, mientras pienso:

- ¿Y yo?, ¿qué merezco yo?

3 comentarios:

Chiclocentro dijo...

¿ y yo?

Alegria De La Huerta dijo...

A veces la vida no es muy justa con nosotros...

omrot dijo...

La vida es una ramera ebria con demasiado tiempo libre... ;)

Una gran sonrisa

Hacia mucho que no me dejaba caer por aquí. Nunca me he olvidado de este rincón de mi alma, pero en algunas épocas de mi vida esta menos pre...