La visión del muro de Berlín con la que se identifica todo el mundo, la que hemos visto tantas veces en la televisión, y que nos resulta tan familiar, coincide con la visión que se tenía del muro desde Berlín Oeste, la de la Alemania Federal, pero que no tiene nada que ver con lo que en realidad separaba una Berlín de la otra.
Cuando pensamos en el Muro, enseguida imaginamos la hilera de piezas de hormigón de 3,75m de altura, pero esta no era sino el último obstáculo de una larga lista de elementos que conformaban la llamada "franja de la muerte", una zona de entre 50 y 200m de ancho, donde ningún ciudadano tenía permiso para entrar, y donde los soldados que custodiaban la zona tenian instrucciones de tirar a matar para evitar cualquier fuga. Para comprender mejor como funcionaba esa franja de la muerte, así como la que separaba el territorio de las Alemanias Federal y Democrática fuera de Berlin, recomiendo ver el video de la Deutsche Welle "Encerrados: la frontera interalemana".
Más de 20 años después de la caida del muro, aún pueden encontrarse restos de todos estos elementos de defensa pertenecientes al Muro: lámparas que iluminaban la "franja de la muerte", carriles para los coches de patrulla, verjas, restos de alambrada,... Así que con la ayuda de un fantastico libro (obsequio de mi hermano) que describe cada tramo de muro urbano de Berlín (42 o 43 km) , he decidido hacer Wallhunting: buscar los vestigios remanentes de las fortificaciones del Muro, cámara de fotos en mano, y de paso disfrutar del buen tiempo al aire libre conociendo mejor mi ciudad.
viernes, 4 de junio de 2010
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