lunes, 18 de mayo de 2009

Buen viaje, tocayo

Ayer se nos fué un grande. Se fué y nos dejó un poco huerfanos, un poco más solos en este mundo tan grande y frío. Y estoy triste, porque la muerte de cualquier hombre me disminuye, pero es que además mi tocayo era alguien excepcional, una persona íntegra, comprometida, muy humana. Alguien que ha sabido poner voz a los sentimientos de los que sufren, de los que aman, de los que claman por la libertad, o que rinden culto a la vida, que al fin y al cabo viene a ser lo mismo. Nos ha dejado el autor de obras como Primavera con una esquina rota o Geografías, y tantos y tantos libros de poemas. Va desde aquí este pequeño homenaje a su memoria.

Voy a cerrar los ojos en voz baja
voy a meterme a tientas en el sueño.
En este instante el odio no trabaja
para la muerte que es su pobre dueño
la voluntad suspende su latido
y yo me siento lejos, tan pequeño

que a Dios invoco, pero no le pido
nada, con tal de compartir apenas
este universo que hemos conseguido

por las malas y a veces por las buenas.
¿Por qué el mundo soñado no es el mismo
que este mundo de muerte a manos llenas?

Mi pesadilla es siempre el optimismo:
me duermo débil, sueño que soy fuerte,
pero el futuro aguarda. Es un abismo.

No me lo digan cuando me despierte.

Mario Benedetti in memoriam
(14/09/1920, Paso de los Toros - 17/05/2009, Montevideo)

1 comentario:

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