domingo, 20 de julio de 2008

Insomnia


Hay noches en las que dormir es imposible. Por el calor, por no dejar de darle vueltas a la cabeza, o simplemente, porque te despiertas y no puedes volver a conciliar el sueño. Hoy es una noche de esas.

Llevo ya cerca de dos horas dando vueltas sin poder dormirme de nuevo. Debería estar muerto, porque anoche dormí poquísimo, y el día ha sido muy, muy ajetreado. Pero no puedo. Y he contado ovejas, he tratado de leer, de hacer sudokus, de pensar en cosas que me aburran mucho, pero es, sencillamente, imposible.

La luna, enorme, casi llena, asoma por mi ventana encaramada a los altos tejados. A lo mejor es ella la que no me deja dormir. Una antigua superstición andaluza que cuentan en el pueblo de mi madre asegura que si la miras mucho te coge, y puede hacer que enfermes e incluso que mueran los niños pequeños. Es la luna, luna de Lorca y de los gitanos. Y sé que cuando mi madre nos lo contaba, también lo creía.

Pero estoy convencido de que la luna no tiene nada que ver. Ya se ha quitado su manto de nácar y, desnuda de sombra y muerte, huye a su refugio para encontrar el sueño que hoy a mi se me ha negado. En la calle la luz de la mañana empieza a filtrarse y el creciente ruido de los coches que se cuela por la ventana abierta de mi habitación dice adiós a las pocas posibilidades que me quedaban de dormirme.

Mientras trato de matar el tiempo hasta que por fin se haga de día, me doy cuenta de que a lo mejor si que hay algo a lo que no dejo de darle vueltas, algo que podría haber sido causa de esta carencia absoluta de sueño. Quizás algo que dije, o que deje de decir. Algo que llevo en la cabeza y de una manera u otra tiene que escapar. Chi lo sa?

Solo espero una cosa. Haber retenido el insomnio el tiempo suficiente en mi casa, como para que tú, que estás leyendo ahora mismo este pequeño album de recortes, hayas podido dormir de un tirón toda la noche.

2 comentarios:

gemelo malvado dijo...

...si te refieres a mi, querido Mario, no, no he dormido de un tirón hasta esta noche...y es que, vamos muy mal, vamos muy mal... :)
Descansa que nos lo merecemos.

Esther Ita dijo...

Para que el sueo venga,
se recomienda
cerrar los ojos, contar ovejas
oír el canto de las estrellas comer manzana con mejorana
y tomar agua de toronjil sentir que el viento mece la cama,
tocar la almohada con la nariz.
Para que el sueño venga
y se quede quieto
toda la noche, cerca de ti
pídele al mundo que haga silencio
dile que el sueño quiere dormir.
Shhhhhhhhhhhhhh..........

Yolanda Reyes.

Aunque a mí no me ha funcionado nunkaaaaaaaaaaa, bienvenido al club de los insomnes. Y espero que no te dure más que una noche, Marieteeeeeeeeee, jijiji.

Besitos y ovejas voladoras.

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