domingo, 11 de agosto de 2013

Ciclos

No sé cómo ha ocurrido. Ha sido tan rápido que apenas me he dado cuenta. Al descuido, con premeditación y alevosía... un instante perdido en una tarde repleta de risas, reencuentros, buenas historias y deliciosa comida sobre la hierba.

Todas las piezas estaban sobre la mesa, y ha bastado un solo movimiento para que todo encajara, para que este creciente desasosiego, esta oscura ansia, saliera a la luz.

Un leve soplo de viento en la hora mágica de la tarde, la súbita memoria de un final de verano, y aquí estoy de nuevo, escribiendo en este viejo blog.

Y en la mente una idea: no dejar que muera, empezar un nuevo ciclo, engrasar de nuevo los oxidados engranajes que me han permitido escribir tantas y tantas entradas. De alguna manera, hacerme el favor a mi mismo de preservar como soy, como estoy y como vivo para que mi futuro yo pueda disfrutar de la lectura de este blog como he hecho yo esta tarde.

1 comentario:

Anónimo dijo...

oleeeeeee

Una gran sonrisa

Hacia mucho que no me dejaba caer por aquí. Nunca me he olvidado de este rincón de mi alma, pero en algunas épocas de mi vida esta menos pre...