Hoy moviendo carpetas he encontrado algunas fotos viejas. Fotos de hace quizás no tantos años, pero de una vida que ya no me pertenece, que ya quedó hace mucho atrás. Y estoy contento con mi nueva existencia, y muy orgulloso de los pasos que aquí voy dando; no obstante una pequeña parte de mi llora por todo aquello a lo que renuncié cuando decidí cambiar mi vida, todas esas personas con las que he compartido tantas cosas y a las que ya no me une un presente, sino un agridulce pasado. Viajes, risas, fiestas, complicidad y la sensación de que el mundo era nuestro, de que nada podía salir mal. Ahora ellos viven su vida, y yo de motu proprio he cortado esos lazos para buscar mi propio camino. No me arrepiento...
pero tampoco me resigno a renunciar a esta oscura morriña.
Me vienen a la cabeza las palabras de alguna canción de Adele: You know how the time flies, only yesterday was the day of our lives. We were born and raised in a summer haze, bound by the surprise of our glory days...
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