Yo, ahíto de carne a la brasa y risas, prefiero quedarme hoy en casa: descansar, quizás leer (lentamente en alemán), mientras Anouar Brahem me mece con su Voyage de Sahar. Saborear cada segundo de esta fantastica noche desde la comodidad de la que pronto dejará de ser mi pequeña nuez.
Mañana, eso sí, será otro día. Mañana saldré, a quemar la noche, a disfrutar por ahi en buena compañía y vivir Berlin como si el mundo se acabara ya. Pero eso será mañana.
Por hoy ya esta bien. Gute nacht, Berlin, und träum was Schönes!
No hay comentarios:
Publicar un comentario