lunes, 31 de diciembre de 2007
Recapitulemos
Anoche tuvimos la última función.
Adiós a nuestros trajes, a los compañeros, a los chicos de caracterización y vestuario, a todos los rincones que hemos ocupado a lo largo de este último mes. El camerino en semipenumbra, las taquillas abiertas y vacias, las calzas y camisetas negras en el cajón de la ropa para lavar. Y mientras colgabamos todo de nuevo en las perchas por última vez, abrazos y sonrisas, apretones de manos y frenéticos intercambios de números de teléfono. Nuestro momento terminaba, al igual que lo hace el 2007.
Y mientras repaso las fotos y videos de los últimos días, y recuerdo todas las anecdotas, todas las frases y las risas, no puedo evitar hacer balance de todo el año. Cosas que he hecho, cosas que he vivido, conocido, sentido, cosas que me he dejado por hacer, cosas que ya jamás haré. Y no se decir si es bueno o es malo, tan solo que de todo ello he aprendido. Una nueva muesca de melancolía, lunas llenas y medias sonrisas en este almanaque de alegrias y penas que ya ha llenado su trigésimo capítulo. Una puerta que se cierra, llevandose una parte de nosotros. Una estación más en nuestro viaje. Pero también, porque no, una nueva oportunidad, la promesa de mil cosas nuevas por hacer y por descubrir, de mil personas por conocer, de mil amaneceres que disfrutar.
Dejemos huir lo que queda del 2007. Silencio. ¿No lo ois? Esta naciendo el 2008.
sábado, 22 de diciembre de 2007
Una cosa clara
Camino hacia casa. Es tarde y apenas se ve gente por la calle. Hace frío y mis solitarios pasos resuenan en la oscura noche, amortiguados de vez en cuando por el sonido de los coches que cruzan el asfalto mojado. Hace frío, sí, pero yo no lo noto. Mi mente sigue procesando la última escena de un capítulo que hoy se cierra para siempre.
Me siento dolido, indignado, enfurecido, triste; todo junto y sin ningún tipo de orden ni concierto. A mi cabeza acuden las frases que no he sido capaz de decir hace apenas diez minutos, cuando hubieran significado la diferencia. Pero da igual. Al final la conclusión es la misma: algo definitivamente se ha roto.
Y reconozco que siempre me pasa. Soy tan tonto que parto del supuesto de que todas las personas son buenas, y las trato con cariño. Hasta que te topas con alguien así, que mira a la gente por encima del hombro, no ya con desprecio sino con algo mucho peor: con paternalismo; que hace y deshace, y que pretende que todo el universo sea su campo de juegos, y que todos vivan o se comporten según sus arbitrarios designios.
Y a mi la gente así me revienta. Juegan un juego que no me gusta y que mientras tenga oportunidad voy a evitar. Eso de que un jugador cambie las reglas del juego a mitad partida me parece injusto, y me niego a no seguir viendo a los demás como iguales. Así, el último capítulo de esta historia era previsible.
Porque si tengo una cosa clara, es que en este mundo tengo amigos tan maravillosos y hay personas tan extraordinarias a las que aun ni conozco, que no tengo porque rodearme de gente que no merece la pena. Así que buena suerte y buen viaje.
Me siento dolido, indignado, enfurecido, triste; todo junto y sin ningún tipo de orden ni concierto. A mi cabeza acuden las frases que no he sido capaz de decir hace apenas diez minutos, cuando hubieran significado la diferencia. Pero da igual. Al final la conclusión es la misma: algo definitivamente se ha roto.
Y reconozco que siempre me pasa. Soy tan tonto que parto del supuesto de que todas las personas son buenas, y las trato con cariño. Hasta que te topas con alguien así, que mira a la gente por encima del hombro, no ya con desprecio sino con algo mucho peor: con paternalismo; que hace y deshace, y que pretende que todo el universo sea su campo de juegos, y que todos vivan o se comporten según sus arbitrarios designios.
Y a mi la gente así me revienta. Juegan un juego que no me gusta y que mientras tenga oportunidad voy a evitar. Eso de que un jugador cambie las reglas del juego a mitad partida me parece injusto, y me niego a no seguir viendo a los demás como iguales. Así, el último capítulo de esta historia era previsible.
Porque si tengo una cosa clara, es que en este mundo tengo amigos tan maravillosos y hay personas tan extraordinarias a las que aun ni conozco, que no tengo porque rodearme de gente que no merece la pena. Así que buena suerte y buen viaje.
viernes, 21 de diciembre de 2007
Sobre las tablas
Se apagan las luces. Los regidores se afanan en tenerlo todo preparado. El coro ocupa la rampa. El segundo cuadro del segundo acto de Don Carlo va a comenzar.
Sube el telón. El coro sale y empieza a cantar. Enseguida se preparan en la rampa los primeros de la procesión. Momentos de nervios. A una indicación, y con la ayuda de cuatro miembros del equipo técnico, la carroza esta ya en el escenario, seguida por los herejes y los penitentes que cargan sobre sus hombros la virgen. Detras vienen los monaguillos y el obispo bajo palio, y detras nosotros.
Me coloco en la linea, erguido sobre la rampa y con las manos sobre la empuñadura de la espada. El regidor nos mira. El corazón bombea a toda velocidad. Esperamos, unos segundos, medio minuto, estamos listos.
Un gesto de la mano y una breve mirada. Con un impulso acabamos de subir la rampa y los focos nos inundan. Estamos dentro...
Sube el telón. El coro sale y empieza a cantar. Enseguida se preparan en la rampa los primeros de la procesión. Momentos de nervios. A una indicación, y con la ayuda de cuatro miembros del equipo técnico, la carroza esta ya en el escenario, seguida por los herejes y los penitentes que cargan sobre sus hombros la virgen. Detras vienen los monaguillos y el obispo bajo palio, y detras nosotros.
Me coloco en la linea, erguido sobre la rampa y con las manos sobre la empuñadura de la espada. El regidor nos mira. El corazón bombea a toda velocidad. Esperamos, unos segundos, medio minuto, estamos listos.
Un gesto de la mano y una breve mirada. Con un impulso acabamos de subir la rampa y los focos nos inundan. Estamos dentro...
miércoles, 19 de diciembre de 2007
Beautiful girls
Esta mañana en la oficina, Mark me ha contado lo que soñó anoche. Él estaba con más gente y entre ellos la chica de Contabilidad que le gusta tanto. Ya sabeis, Inma, de la planta 17, esa chica morena, y muy callada, que es amiga de Dori. Pues bien, estaban los dos entre bastante gente, y Mark sentía que no podía seguir sin decirle nada, y acercandose a su oido, le susurraba tres sencillas palabras. Mark hace hincapié en todos los detalles: el roce con los morenos cabellos de ella al inclinarse despacio, como se erizaba la piel de Inma (o quizás fuera la suya propia) tal como las palabras se vertían desde su boca con la delicadeza de un dulce nectar. Después, un segundo en el que el corazón se para. Y cuando Mark se giraba, Inma, aún callada, lo miraba con una amplia sonrisa en la cara, y fugaz, dejaba caer sobre sus labios un tímido beso. Un beso simple, tierno, fresco como un amanecer en la playa. A partir de ahí Mark lo tiene todo bastante confuso. Sabe que la gente sigue ahí pero ya no le importa, ahora solo ve unos ojos, oscuros, que le sonrien y le dicen tantas cosas.
Mark se ha pasado toda la mañana pensando si decirle algo a Inma. Cree que el sueño puede ser una señal de que debe dar un paso. Me ha confesado que echa de menos estar con alguien, y que le gustaria que ese alguien fuera Inma. Echa de menos el sexo, claro, pero sobre todo, y más que ninguna otra cosa, echa de menos la ternura, la complicidad, el contacto cálido de una piel conocida y querida. Se ha puesto triste de repente. Le doy un abrazo.
Me gusta que Mark me cuente sus cosas, que confíe en mi lo suficiente como para abrirme sus anhelos y sus sueños, sus esperanzas e ilusiones. Pero también, me alegra por mi. Supongo que siempre es un alivio comprobar que hay alguien más que sueña y espera de la vida lo mismo que nosotros.
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PS: Hace no mucho hablaba con un angel, un encanto de persona, una chica realmente guapa, que me consta lee este blog pese a lo poco que escribo en él, y me contaba que cree que le faltan pretendientes. A mi me sorprendió muchísimo, no podía creerlo (ademàs, seguro que no me cuenta a mi snif snif). Pues bueno, que sepas, preciosa, que yo siempre te he tenido incluida en la categoría 'Beautiful Girls', que se define por una frase de la película homónima de Tem Demme:
What do you think? A girl like that is born with a boyfriend.
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