Nach dem Aufstand des 17. Juniließ der Sekretär des Schriftstellerverbandsin der Stalinallee Flugblätter verteilenauf denen zu lesen war, daß das Volkdas Vertrauen der Regierung verscherzt habeUnd es nur durch verdoppelte Arbeitzurückerobern könne. Wäre es danicht doch einfacher, die Regierunglöste das Volk auf undwählte ein anderes?
Die Lösung, Bertolt Brecht
No puedo evitarlo. Leo una y otra vez noticias sobre lo que ocurre en Valencia, y veo videos uno detrás de otro sobre las terroríficas cargas policiales contra los manifestantes y me entran ganas de llorar. Eso y una sensación de impotencia y de vulnerabilidad. Y con cada comunicado oficial que aparece en los medios mi indignación sigue creciendo y la poca confianza o fe que pudiera tener en ese cascarón vacío en que se ha convertido la democracia española, se esfuma rauda por el sumidero. Y mientras, nuestros políticos, y los representantes de las fuerzas del orden aseguran que ellos representan la democracia y el estado de derecho, y que a los que nos quejamos el país nos dejará atrás. A nosotros los violentos, el enemigo...
Y no puedo evitar acordarme de un poema de Bertolt Brecht llamado Die Lösung (La Solución) escrito tras la violenta represión por parte de las fuerzas sovieticas en Alemania del Este el 17 de junio de 1953 y en el que en un sutilísimo ejercicio de la ironía criticaba la actitud institucional hacia el pueblo. La traducción del poema sería algo así:
Tras la sublevación del 17 de junio
el Secretario de la Unión de Escritores
hizo distribuir panfletos en la Stalinallee
en los que se podía leer, que el Pueblo
había perdido la confianza del Gobierno.
Y que solo con redoblado trabajo
podría recuperarla. ¿No sería
mucho más fácil si el Gobierno
disolviera el Pueblo y
eligiera otro?